“Los temperamentos activos y
llenos de éxitos no obran según el axioma “conócete a ti mismo”, sino como si
viesen dibujarse ante ellos el mandato “Quiere ser tú mismo y serás tú mismo”.
El destino parece haberles dejado siempre la facultad de elección; mientras que
los inactivos y los contemplativos reflexionan, para saber cómo han hecho para
elegir una vez, el día en que entraron al mundo.”
Ardiente sentir que nos guía, que
a cada momento nos da vida y es dentro de cada instante desde donde nos dicta
su total voluntad, buscando así hacer de su deseo realidad, en aquella ya
formada personalidad, basada en el hecho de hacer del propio sentir, nuestra
voluntad, aceptándose cada uno en su realidad, haciendo esta vez de nuestra
presencia la encargada de demostrarnos que la felicidad, hoy todavía nos puede
alcanzar.
Identidad individual esta que
nace de la soledad, aquella que muchas veces no toleramos, por miedo a con
nostros mismos encontrarnos, siendo ahí cuando en pensamientos nos ahogamos y a
nuestros corazones dejamos de lado, nos
lastimamos; síntoma de accionar racional que con sus propios ojos esta vez
intenta mirar, buscando una propia perspectiva de realidad, aquella creada en
la necesaria e incesante soledad, la misma que representa nuestra libertad y
siendo en representación de nuestro sentir que hoy nos manifestamos,
creyendonós dueños de una verdad, verdad ficcional que funciona en base a
nuestro ser racional, quedándonos quietos y contemplativos, mirando a la vida
de largo pasar, hundiéndonos sin darnos cuenta, en aquella inconciencia, que al
sentir propio no lo deja cantar, menos aún bailar.
Canto que por sí sólo no se puede
callar, pasión esta que a la par de nuestros corazones constantemente late y
también sin parar, pero que ahora de nosotros mismos se averguenza, todo por
habernos encontrados inmersos, perdidos en las profundidades de nuestras
cabezas. Sentires que no desaparecen, voluntades estas que al final nunca se
pierden ya que revancha siempre tienen, de mano del destino, quien al
encontrarnos en nosotros mismos perdidos, nos da el papel de simples juguetes.
Voluntad del sentir, la cuál no
tenemos más que hacerla realidad, para poder ser nosotros mismos, los creadores
inclusive de nuestra propia verdad, es esto lo que Friedrich Nietzsche nos quiere mostrar, al decirnos que el hecho de
ser nosotros mismos no radica más que en la propia voluntad individual. Cruda perspectiva, que no nos deja otra
alternativa, más que vivir en base a nosotros mismos la vida, aferrándonos a
aquellas pasiones, aquellas que al cumplirlas, es cuando uno siente que su alma
respira, ferviente y alegre por ella misma, no encontrando más que lágrimas o
sonrisas; puras estas sensaciones que llenan los instantes exclusivamente por sí
mismas, dejando de lado la conciencia del espacio-tiempo, que en todo momento las
habita.
Fuerte voluntad que de deseo se
reviste, sentir puro que al corazón desviste, a la razón no admite y en un ahora es que se vive, creado netamente
por lo que nuestra percepción nos dice, voluntad
del ser esta que predomina simplemente por ser sentida, y es en su esencia
desde donde nos representa, como seres individuales y libres por naturaleza.
Relación que de ninguna manera se
puede desvincular, sincero lazo de fidelidad que se tiene que formar para con
nuestro sentir, al cuál debemos elegirlo y jurarle lealtad, para así poder
encontrar ese camino que nos lleva hacia nuestra propia identidad y libertad
individual, pudiendo así disfrutar de esa vida que vive por afán a disfrutar a
través de esa voluntad de poder que
se nos es presentada y nos hace ver, que es nuestro deseo al cuál debemos
obedecer, si es que no queremos más tiempo perder, en aquel sendero, que nos
conduce hacia uno mismo ser.
Sendero por el cuál muchas veces
nos extraviamos y luchando en contra de nosotros mismos terminamos al seguir
aquellos falsos deseos, que en base a pensamientos son generados, dejando al
sentir completamente de lado, simplemente buscando ese éxito que nos reviste
como fracasados; ¡Qué ilusos somos al creer que nuestras pasiones quedan en el
pasado! Pobres de nosotros, que creemos alcanzar la gloria, antes de
encontrarnos.
Sentir que perdura y en la
soledad es donde se desnuda, obligándonos a sublimarlo, para poder así
encarnarlo; encontrando un movimiento nuevo, más allá de lo mecánico, de lo
ordinario, de aquellos sentires que por nosotros mismos son deseados y que los
encontramos una vez retomado aquel sendero, aquel que en la soledad nos guía a
con nosotros mismos encontrarnos.
Locura que concluyó en
enfermedad, genialidad que se sacrificó a sí misma es pos a su posteridad,
habiéndo nomás que transitado aquellos largos pasillos de la soledad, que lo
llevaron a hacer de él un digno creador de una verdad, que por nosotros mismos
existimos, encerrando al todo en un yo
mismo pasional, haciendo esta vez a la vida vivir en base a su felicidad.
“A veces nos extraviamos en una
dirección intelectual que está en contradicción con nuestras facultades;
durante cierto tiempo luchamos heroicamente contra el viento y las olas, es
decir contra nosotros mismos; nos fatigamos y acabamos por gemir. Lo que
realizamos no nos produce un verdadero placer, pues nuestros éxitos nos han
hecho perder muchas cosas. Llegamos incluso a desesperar de nuestra fecundidad,
de nuestro porvenir, cuando nos hallamos en plena victoria. Al cabo, terminamos
por volver atrás; y entonces el viento sopla en nuestras velas y nos impulsa en
nuestra corriente. ¡Que dicha! ¡Que seguros nos sentimos de la victoria! Sólo
ahora sabemos lo que somos y lo que queremos; ahora nos prometemos fidelidad a
nosotros mismos y tenemos el derecho de hacerlo, porque sabemos.”
Friedrich Nietzsche – “El
Viajero y su Sombra”
Manrique Cristian
http://cracmagazine.wordpress.com/2013/03/14/quiere-ser-tu-mismo/